Fue un acto de respaldo al vicepresidente de la Nación en el que se defendió la estrategia argentina frente a los "holdouts"; se recordó a Juan Domingo Perón y se ponderó la política de inclusión social de la última década. Amado Boudou tuvo su media hora de gloria en el teatro Mercedes Sosa. Llegó sonriente y se fue emocionado. Esa postal de un hombre solitario frente a las tribunas colmadas de militantes kirchneristas y de simpatizantes que llegaron desde el interior provincial. El gobernador José Alperovich le llenó la sala. Y ofrendó este 9 de julio al matrimonio presidencial. "Fueron esas políticas soberanas y populares, iniciadas por Néstor Kirchner y hoy continuadas por nuestra presidenta Cristina Fernández, las que permitieron atender las necesidades de los más postergados y crearon las condiciones para el desarrollo", dijo en su discurso. Remarcó que la Argentina dejó de ser el país del ajuste y que los indicadores socioeconómicos (pobreza, desempleo y desnutrición infantil, entre otros) daban cuenta de la inclusión social.
Y le llegó el turno al imputado vicepresidente de la Nación. "El colonialismo no tiene solo forma política, sino también formas económicas que aún subsisten en el mundo moderno”, afirmó durante su mensaje, al encabezar los actos del 198 aniversario de la Declaración de la Independencia. Habló de Juan Domingo Perón y su política para independizar económicamente a la Argentina en 1947. Sus palabras incomodaron a la vieja dirigencia justicialista. Agradeció –en todo momento- a Néstor y Cristina Kirchner, pero no conmovió a gran parte de los miembros del gabinete nacional que, sentados, escuchaban su discurso. Cantó, gesticuló y exteriorizó su tranquilidad, esa que le preparó Alperovich en un respaldo frente a la causa Ciccone.
"Tenemos una Presidenta que toma las decisiones por y para el pueblo", arengó, mientras los jóvenes militantes que se ubicaron en los palcos superiores del Mercedes Sosa le rendían tributo y cantaban “Patria, sí; colonia, no”. Así terminó la agenda de actividades de este 9 de Julio. Con una fuerte movilización de apoyo al vicepresidente de la Nación. Con un Boudou parado en el escenario a la espera de que se cierre el telón en la causa que lo tiene procesado. Con funcionarios nacionales presurosos de volver a Buenos Aires. Con Alperovich reafirmando su pertenencia a la política kirchnerista.